Como todo padre que trabaja sabe, equilibrar el trabajo con los niños requiere un conjunto de habilidades especiales de priorización, productividad y creatividad. Mucha gente piensa que trabajar en casa facilita el equilibrio entre los dos.
Ya revisamos en un blog anterior el impacto que ha tenido el trabajar desde casa. No es tan placentero y pacífico como podría pensar. Trabajar en casa cuando tiene hijos de cualquier edad requiere que pienses estratégicamente y planifiques adecuadamente para que puedas ser el mejor empleado y padre posible.
La realidad de trabajar en casa con niños
Muchos trabajadores creen que tener un trabajo flexible les ayudaría a pasar más tiempo con la familia. Y tener un trabajo flexible les ayudará a ser mejores padres.
Una cosa que escuchamos una y otra vez es que la gente quiere trabajar en casa para poder estar ahí para su familia. No hay duda de que trabajar en casa permite un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal y ayuda a estar más disponible para los niños. Aunque trabajes en casa, al final sigues trabajando.
Sé realista sobre lo que sucederá y lo que no cuando trabajes en casa con niños. ¿Tus hijos jugarán bien todo el día? ¿Se sentarán en silencio durante horas? ¿Puedes atender tus juntas mientras pintas con tu hijo?
Hay muchas más posibilidades de que un bebé esté tratando de agarrar y comerse el teléfono, tirando de su cabello o tratando de llamar su atención “hablando” mientras intentas atender una llamada de trabajo.
Trabajar en casa con niños significa ajustar tiempos, gestionar actividades, comidas, baños, etc para que coincidan con las responsabilidades laborales. Al final los niños también se aburren de estar dentro y ustedes como padres necesitan trabajar para cumplir.
No lo hagas solo
El hecho de que trabajes desde casa no significa que pueda deshacerse de los arreglos para el cuidado de los niños, especialmente cuando tiene un bebé. Es posible tener éxito como empleado que trabaja en casa si cuentas con el apoyo de la empresa donde trabajas, tu pareja y los abuelos o familiares que pudieran ayudarte.
Normalmente los padres de familia tienen permisos especiales en el trabajo para atender a sus hijos, sobre todo los más pequeños.
La hora de la siesta es la hora del trabajar en casa
Los bebés son, de alguna manera, simples y predecibles. Comen, necesitan un pañal limpio y duermen. Algunos bebés duermen de dos a tres siestas al día.
Eventualmente, el bebé tendrá un horario de siesta regular y predecible. Cuando eso suceda, usa ese tiempo para trabajar de la manera más productiva y eficiente posible.
Aprovecha y concéntrate en sus tareas más intensivas. Sea lo que sea lo que necesites hacer, aprovecha la hora de la siesta y úsalo a tu favor.
Considera el trabajo por turnos
Dependiendo de qué tan flexible sea tu trabajo, cambia tus horas de trabajo a momentos en los que el bebé o niño duerman. Esto podría significar levantarse más temprano para tener una hora o dos o trabajar antes de que el bebé se despierte. O trabajar durante una o dos horas después de que el bebé se duerma durante la noche para terminar las cosas.
Planifica tus horarios y haz que tu pareja cuide a los niños durante los momentos de trabajo clave o cruciales. Luego, intercambia turnos cuando su pareja necesite trabajar.
Establecer límites
Establece un espacio de trabajo, esto facilitará la creación de un límite entre el trabajo y el hogar. Y hace que sea más fácil ayudar al niño a comprender que la oficina es solo para trabajar.
Por ejemplo, enséñele a su niño pequeño que cuando la laptop está abierta, no puedes jugar o hablar con él. Si eso no funciona, considere agregar una señal de alto y enséñeles que cuando la vean, no pueden acercarse a la oficina.
Explica cómo funciona el trabajo
No será fácil y probablemente tendrás que explicar varias veces. Pero, comenzar temprano (y con frecuencia) ayudará a que tu niño comprenda que, aunque estés en casa, también es tu oficina, está en el trabajo y debes concentrarse en eso.
Además, explícales que cuando te dejan trabajar, te están ayudando a hacer un mejor trabajo. Diles cuánto necesitas su ayuda y cuánto la aprecias.
Premia a tus hijos por dejarte trabajar en casa tranquilamente
Esto va de la mano con el ejemplo anterior, demuéstrales que, al trabajar, generas dinero, lo que te permite comprar cosas.
Si tu hijo se portó bien, prémialo con un postre especial de su restaurante preferido (puedes pedirlo a través de apps de entrega como Wow) o un juguete pequeño. Sin embargo, no lo vuelvas costumbre, también enséñale el valor del dinero.
Planea actividades o tareas pequeñas para distraerlos
Es muy probable que tus hijos digan “¡Estoy aburrido!” en cierto punto, o constantemente. Para evitarlo lo más posible deberás tener listas las actividades. Puede usar un calendario, cuaderno o pizarrón para que los niños vean qué sigue.
Crea varios “temas”. Los proyectos de arte, lecturas, los experimentos científicos o el árbol genealógico son solo algunas ideas. Siempre que sea algo divertido y apropiado para la edad, las posibilidades son infinitas. Sin embargo, elige actividades que requieran poca o ninguna supervisión, para que puedas trabajar libremente.
Tomar descansos
Trabajar desde casa no significa solo trabajar y trabajar. Tienes derecho a tomarte un descanso de vez en cuando. Haz que tu tiempo de descanso sea un tiempo para niños. Dedique tiempo a realizar la actividad que desee. Puede significar que pasas tu descanso de 20 minutos con pegatinas en la cara. Pero pasar ese tiempo con su hijo puede hacer maravillas para mantenerlo feliz y fuera de su cabello durante unas horas.
La fantasía se encuentra con la realidad
La fantasía de un niño educado que te permite trabajar desde casa sin interrupciones es exactamente eso: una fantasía. No significa que tu hijo sea un maleducado o que no sepa comportarse, recuerda que son niños con mucha energía y con necesidades. Pero, la realidad de trabajar en casa con niños es que la gente lo hace todo el día todos los días.
Es posible equilibrar el trabajo y la familia cuando se trabaja en casa. Sé flexible y creativo según las necesidades, la personalidad y el temperamento de tu hijo. Haz lo que funcione mejor para ti y tu familia para que coincida con la realidad de mezclar la paternidad y la carrera.